martes, 20 de mayo de 2014

Crónica rápida de la CSP 118 - 2014. Cuando no disfrutas un ultra.

Primera ultra del año y la finalicé con un saber muy agridulce. Sinceramente, en carrera he sido la que más he sufrido, porque no me funciono el "músculo" más importante; la cabeza. Es la primera vez que no he disfrutado ninguna sección de la carrera, ya no por el cansancio, sino porque no me sentía cómodo...vamos allá. 

Llegamos el viernes a Castellón puesto que hay que recoger los dorsales. Ya desde el jueves me notaba muy cansado mentalmente, sin tener ganas de nada, así que para imaginar correr casi 120km!. Además me había ofrecido voluntario al estudio "Trail Saludable" por lo que antes, durante y después de la carrera me iban a realizar diferentes pruebas y medidas, como la glucemia, peso, saturación de oxigeno, fuerza, etcétera. Así que tras coger el dorsal y realizarme las pruebas (bastante exhaustivas, incluyendo análisis de sangre, electro) nos fuimos a cenar. Durante la cena notaba que algo no marchaba bien, la sensación de cansancio era muy acusada y solo de pensar lo que me espera en mi interior más de una vez salía esa voz de "no salgas y quédate a dormir esta noche"...






...pero no, bien pronto nos levantamos y a desayunar. Me levanto a regañadientes porque no tenía muchas ganas, y para colmo hay que estar un rato antes para hacernos aun más pruebas para el estudio. Así marchando hacia la salida ya me notaba algo raro. Las piernas las tenía como que le faltaba algo de fuerza y la rodilla que llevaba inflamada (aún) de mi última caída me daba sensación de molestia. Lo mejor para la cabeza ;-).





Aun así me puse en la línea de salida y me despido de Amparo, cuando se da el pistoletazo y la gente sale lanzada. Comenzamos a correr y noto ciertas molestias en las piernas, más que molestias, muy pesadas. Confío que todo este bajón y estado de ánimo y sensación vaya mejorando con la carrera así que de momento no le doy mucha importancia...pero van pasando los kilómetros y las horas y esto no es así y es aquí donde mi cabeza estará constantemente durante toda la carrera "¿qué haces hoy aquí?" repitiéndose paso a paso. Únicamente se me va ese pensamiento a la llegada a cada avituallamiento cuando me realizan las pruebas médicas (peso, fuerza, glucemia, tensión, etcétera) y me dicen que mis valores están muy bien, pero no miden el nivel anímico. Así que no voy a contar mucho más de como me fue, ni que tramos fueron duros o se me hicieron cómodos...este fue lo que por dentro sentí de la carrera. Parece ser que ese chip de cabezonería de no abandonar que tenemos estaba luchando contra mi parte "¿qué haces aquí?" durante las 22h y pico que estuve en marcha...sí fuí finisher, pero no disfruté nada. Aunque luego en las fotos siempre aparezca con buena cara o sonriendo es porque no me gusta enseñar que estoy a incómodo en algo que es lo que yo quiero hacer.







Durante ese tiempo me planteé si es necesario a veces estar sufriendo por hacer algo que nos gusta, que no pasa nada si alguna vez no estas en condiciones de retirarte, que eso no es ningún demérito. Junto con todo esto, ahora quiero analizar que ha pasado o que ha ocurrido, puesto que hace justo 2 semanas las buenas sensaciones me hacían estar muy muy contento. ¿Un virús o debilidad temporal?¿demasiado entrenamiento o mal planificado?¿demasiados "quehaceres" y obligaciones personales que me han hecho llegar cansado mentalmente?¿mala planificación del descanso/fisios/entreneos en la pre-semana?¿expectativas creadas demasiado altas?¿o simplemente tenía que pasar un día mala y ya está?. No lo sé, pero recapacitaré sobre ello.