martes, 1 de julio de 2014

GTP 2014. ¿Triunfo con sabor a derrota o derrota con sabor a triunfo?

Otro año más, por tercera vez repetimos esta prueba. No es que sea ni la mejor, ni la más dura ni nada, pero tiene un encanto especial, se celebra (para mí) en la mejor fecha de todas y además tiene zonas muy bonitas. La carrera en principio por números parece que no es mucho (este año 112km oficiales, 116km en muchos GPS con 5100 metros de desnivel positivo) pero no hay que dejarse engañar, tiene mucha sección técnica combinados con largos descensos que desgastan mucho las piernas...vamos un palizón en toda regla.

Tras haber realizado un mes antes el CSP115 en el cual desde el momento de salida no me encontraba bien había depositado muchas ilusiones en esta carrera puesto que a nivel de sensaciones generales me encontraba mucho más descansado, animado y recuperado del cansancio con el que llegue a la cita del Penyagolosa (por no se que razones que me gustaría conocer). El caso es que el mismo viernes a mediodía salimos hacia allí, esta vez me acompañaba un amigo que también iba a correr la carrera aunque este es de los que juega en otra liga y de los que van a conseguir un tiempazo. Una vez llegados al destino recogimos los dorsales y enseguida al hotel a preparar los últimos detalles que aunque llevas todo ya perfectamente preparado de casa siempre falta algo. Un poco de pasta para cenar y a disfrazarse para ir a la salida. Como tampoco me gusta estar mucho tiempo antes en el ambiente (me recuerda a los exámenes cuando todo el mundo habla de cuanto ha entrenado o no, que si tal subida es dura, que si hay un paso peligroso...) vamos hacia allí con el tiempo justo de situarse por la zona y entrar al control de salida y comenzar a mover articulaciones y músculos...

Así, casi sin quererlo se cumplen las 22:30 y se da la salida y como no, esto parecen más los 5k de asfalto que un ultra, se sale con unos ritmos de infarto no me lo explico. Eso sí, al poco de salir es pista con tendencia en subida y ya muchos pagan ese pequeño esfuerzo y comienzan a caminar y a usar los bastones. A mí de momento el trote gorrinero me permite adelantar posiciones yendo a un ritmo de puslaciones bastante bajo por lo que consigo colocarme en un buen sitio para afrontar la primera subida a la Maliciosa cuando cambiamos la pista por el sendero, cada vez más empinado y más técnico. Aquí ya cuesta avanzar y prácticamente somos una fila índia de frontales la que vamos poco a poco alcanzando la cumbre. De momento las sensaciones muy muy buenas, me encuentro muy cómodo subiendo casi sin ir acelerado y llevando un buen ritmo de respiración en comparación de la gente que está a mi alrededor. Además la temperatura es buena para las alturas y horas que nos encontramos, algo de fresco pero que no molesta.




Una vez llegada a la Maliciosa tenemos la primera bajada de la jornada, muy larga y con zona muy técnica sobre todo al principio. Como este es mi gran hándicap yo bajo andando y asegurando los pasos, mientras la gente "vuela" literalmente pasándome por la izquierda y por la derecha, con bastones y sin ellos...es increíble que la poca diferencia que puedo sacar subiendo se me vaya en segundos pero lo acepto, el descenso es mi punto débil. La bajada de la Maliciosa no me parece tan difícil si vas tranquilo, pero con los nervios, la presión de la gente detrás tuyo mientras intentas dejar paso es lo que la hace realmente difícil. Una vez pasado el tramo con más inclinación la bajada continúa al principio por un terreno muy rocoso y pedregoso hasta luego dar paso a sendas más agradecidas para nuestros pies para correr...aunque son 10 kilómetros de descenso y esto para los cuadriceps es un castigo muy importante.

Llegamos al primer avituallamiento con muy buenas sensaciones voy unos minutos por debajo de mi tiempo del año anterior y en este punto paro a cargar agua y a comer algo de fruta y salgo de él rápido. Este año se ha cambiado el recorrido para evitar bajar por una zona un poco confusa y liosa (y nada agradable para mí) de senderos semi-perdidos. Para comenzar nada más salir del avitu tenemos una corta pero dura subida que se hace relativamente rápido para luego encarar una sección de bajada, que ahora sí, se me hace eterna, secciones muy corribles y otras en la bajada que había que ir con algo más de "tiento" pero que se solvetan rápido...eso sí, este año este tramo parece más largo, al menos mentalmente el avituallamiento antes del puerto de la Morcuera no llega, pequeños toboganes y a lo lejos parece escucharse algo pero no llegas nunca, aunque a nivel físico me encuentro muy bien a estas alturas así que llego al avitu y lo mismo agua, quitarse unas piedrecillas de las zapas y adelante. A nivel de nutrición voy comiendo cada 50m barritas, geles o algo del avitu y me está yendo bien.

La subida del puerto de la Morcuera es cansina, porque prácticamente no te enteras de que hay puerto, se puede correr/andar durante mucho tiempo, incluso hay zonas con bajadas!, pero claro son 14km hasta el avituallamiento siguiente y eso son casi 2h. Aun así, se me pasa relativamente rápido voy trotando excepto en las partes duras y además comiendo bastante. En este puerto comienzo a usar ya los bastones y me vienen bien para impulsarme. Así que todavía llego de noche al alto del puerto y allí para a guardar los bastones y recargar agua. Ahora viene el trozo que realmente marca la carrera que son 14km de pista/asfalto todo corrible y que machacan las piernas a tope...y eso ocurre, comenzamos a trotar a un buen ritmo y poco a poco las piernas se van notando cansadas, además, que comienza poco a poco a amanecer y el sueño me pega una bofetada. Me tomo un gel con cafeína para no dormirme y seguir trotando sin descanso. El pueblo nunca llega, lo intuyes pero siempre hay un giro que hacer parecer que te alejes de él. Para colmo, sales al lado de la carretera a 2km del avituallamiento y vas trotando paralelo a ella, vamos que esa hora y media de trote es lo que luego se pagará seguro, pero que nos quiten lo bailado.

Por fin llego al avituallamiento y con este año el gran error hecho por la organización que es dejarlo al aire libre. Yo llegué a las 7 de la mañana más o menos y para parar y cambiarte de ropa y demás hacía un fresco impresionante, por lo que ni descansas ni estás cómodo ni relajado, no tiene sentido llevar bolsas intermedias a un punto donde gran parte de los corredores van a pasar frío (por pararse y por las horas que van a ser). De esta forma, entre cambiar un poco todo el material, comer (mal-comer por el frío) y una inoportuna (por el frío no por la necesidad) cola para revisión de material salimos del avituallamiento tiritando. Por fortuna, en pocos metros se entra en calor para subir el Reventón pero ese rato de frío se pasó mal. Yo salí ya de manga corta y ligero, pero la gente iba con el abrigo que más tarde pararía a quitarse.

Una vez ya entonados las sensaciones positivas me vuelven a venir y la subida hasta el avituallamiento del kilómetro 62 se me hace hasta corta, ya que con los bastones por esa pista puedo impulsarme rápido casí casí a como lo haría corriendo (si pudiese). Al llegar a ese kilómetro el viento comienza a levantarse y hacer algo más de fresco, así que no paro mucho y apenas como algo y me pongo a realizar la sección más pesada del cresteo y luego las trepadas y pasos entre bloques de Peñalara. Me guardo los bastones ya que en esta sección no me ayudan mucho y comenzamos la misma. A partir de aquí y poco a poco comienzo a resentirme ligeramente de mi cuadriceps izquierdo a la altura de donde finaliza y está la goma del muslo de la malla de compresión. Lo asocio al cansancio de la altura de carrera y voy tirando. No me impide hacer ningún movimiento pero llegando a la zona de trepada empiezo a notar que la pierna izquierda no tiene ya la flexibilidad del principio. Aun así, hago el paso complicado bastante rápido (para mi nivel) y llego al control de Peñalara. Tengo que decir que durante este paso comencé a escuchar a alguién que venía por detrás como un rayo...me quede alucinado, pero al mirar era Raul García que hacía la GTP60...menudo bajón, que diferencia de ritmos entre unos y otros.

Una vez en el control toca la bajada para mí más dura y técnica de la carrera, tanto por el kilometraje acumulado que llevamos ya, como por la primera parte, corriendo sobre un montón de piedra y una bajada muy suelta con un desnivel muy acusado. Como no se me da bien realizo esta parte caminando, pero tanto retener lo van pagando poco a poco mis cuadriceps. Mi objetivo es realizar la bajada lo más tranquilo posible y luego correr hasta la Granja, pero esta bajada me castiga mucho y la extraña sensación de rigidez en el cuadriceps izquierdo es muy notable. Aun así llego a la cabañita que marca el final del descenso de la zona complicada y corro hasta la Granja, a un ritmo ya no tan vivo, pero relativamente se me hace corto y llego al avitu en una hora donde la gente está con sus cervezas y aplaudiendo con gana a los corredores. Me encuentro bien salvo la rigidez de mi pierna izquierda, obviamente el paso de kilómetros se notan pero me veo animado. Además calculando tiempos y si sigo así puedo acabar sobre las 19:30h que sería la bomba. Así que en el avitu como algo, me quito las piedras de rigor, cargo agua y en marcha...




...pero al salir me noto la pierna totalmente bloqueada como si no quisiera hacer el gesto. Lo achaco a la parada y quedarme frío así que camino un poco hasta que me entono y hago algo la digestión. Parece funcionar, porque ahora viene un terreno semi-llano con ligera pendiente donde comienzo a correr en compañía de algunos corredores que hace al menos dejar de pensar en lo que queda, puesto que esta sección desde la Granja hasta la Casa de la Pesca se hace muy pesada. Al ir hablando nos saltamos un desvío y nos damos cuenta algo tarde, por lo que eso desanima un poco, pero bueno, no creo que sean más de 5 minutos lo que perdamos. Increíblemente aun voy trotando, mucho más rápido esta sección que años anteriores y por fin al final voy viendo que llegamos a la Casa de la Pesca. Miro el reloj y voy en tiempazo, así que no paro nada más que a cargar agua y salgo presto a por una subida infernal...pero es curioso, en un kilómetro la pierna izquierda ya se vuelve totalmente rígida a la altura de la goma de la malla, me miro y me toco y es toda la sección de la goma lo que se nota hasta la palpa como rígida, no se que hacer si subir la goma, bajarla...en un kilómetro voy de trotar a ir arrastrándome y para colmo viene la subida de aupa que me va a dejar hecho polvo.

Mi bajón es considerable y voy apenado, se me escapa la posibilidad de hacer un registro que hubiese firmado por triplicado 24 horas antes y aun en la subida dura voy ascendediendo más o menos como el resto, mis sensaciones y mi motivación decaen al máximo...tanto que aun parando en la Fuenfría y llegar a la senda con toboganes que lleva a Navacerrada se me "olvida" comer a menudo...y esto lleva a la pájara total en la que se combinan las molestias con una falta de energía impresionante. No se cuanto me costó el tramo de la Fuenfría a Navacerrada pero se me hizo eterno. En Navacerrada me paré a tomar algo y ver si alguién tenía radio-salil para al menos las molestias se mitigasen, pero nada. Intento comer un poco pero no tengo gana, voy grogui total...y miro el reloj y cada vez me vengo más abajo. Pero bueno, quedan 10 kilómetros en los que voy a sufrir como nunca, sobre todo la bajada...y eso hago, caminar, caminar y la bajada pasito a pasito. Lo que el año pasado en esos últimos kilómetros era volar hoy es dar pena. Cuando acaba la senda hay dos chicos de la organización que me ven y me animan a tomarme un gel y eso hice comer por comer. Al llegar a la pista intento trotar pero solo de imaginarme las pintas me da hasta vergüenza pero saco fuerzas y troto, no se si iré si quiera a 7m/km. Allí me encuentro a un compañero del Raidlight Team que me anima un poco y se me hace más ameno, pero en mi interior va un poco la decepción de poder haber hecho un buen registro. Y así llego al pueblo, accedo a la plaza abarrotada de gente y mi reloj se detiene unos segundos antes de 20:50...es 1:05h menos que el año pasado, lo hubiese firmado antes de salir, pero viendo la carrera me sabe a poco, aunque obviamente con los días me irá sabiendo a victoria. Parece mentira, pero acabar un ultra sea en el tiempo que sea es una gran victoria, no es una broma, hay que verlo así y mentalizarse de que ha sido una victoria sufrida.






PD: Al final, al llegar al hotel y quitarme la ropa me veo en el vasto interno de la pierna izquierda a la altura de la goma de la malla la zona algo abultada, enrojecida y rígida...esto me dará para otro análisis pero las carreras que más he sufrido de agujetas, rigidez y molestias de piernas son las que he llevado mallas o prendas con bastante compresión...tendré que analizarlo.