miércoles, 4 de abril de 2012

Bolsa de hidratación o bidones

El llevar reserva de agua durante las salidas de montaña es esencial, sobretodo cuando estas son de larga duración y por terrenos desconocidos o lugares donde no hay fuentes o estás están secas.

Desde mi punto de vista, y viniendo también de un deporte como es el ciclismo de montaña que en cierta forma también se asemeja al trail running, he observado como el tradicional sistema de bidones (que corriendo puede verse como llevar un bidón en la mano o en la mochila) fue sustituido por un gran auge con la aparición de las bolsas de hidratación alla por los finales de los años 90. Sin embargo, y vuelta a nuestro tiempo, parece que el sistema de bidones en trail running está surgiendo de nuevo como método de hidratación preferido. A lo largo de mi experiencia, he creado esta entrada para exponer un poco mi visión y definir los "pros" y "contras" de cada una de las posibilidades.

Básicamente podemos clasificar estos sistemas en:

- Bolsas de hidratación: y dentro de ellas en la mochila (espalda) o en cinturón (bolsa adaptada a la cintura).
- Bidones: delanteros en zona "pectoral" o traseros en la zona de los "riñones".

*Bolsas de hidratación: en general, este sistema aporta para mí la ventaja de que es mucho más fácil beber agua o líquido en movimiento, ya que mientras absorbemos el líquido por el conducto mantenemos nuestras manos libres para equilibrarnos o ayudarnos en zonas difíciles. Obviamente, en ciclismo de montaña esto es mucho más importante, ya que las manos cuanto más tiempo estén en el manillar mucho mejor ;-), y también corriendo por el monte, donde debemos de equilibrarnos constantemente. Además, otra de sus ventajas es que usualmente ofrecen más capacidad que la combinación de bidones, ya que hay bolsas de hidratación de 3 litros, más que suficiente para ir de avituallamiento en avituallamiento o para una salida media-larga.



Sin embargo, en contra (personalmente) tiene el gran inconveniente de no saber exactamente cuanto has bebido o te queda (excepto algunas bolsas que sí puede verse cual es la cantidad de líquido restante) y puede ser un problema, ya que muchas veces pensando en que tenemos mucha agua podemos no ser cautos y no ir reservando, o al revés, en zonas socas beber tan poco por miedo a gastarla y darse cuenta de que aun nos queda mucho. Otro problema que aprecio es que el llenado a veces es un engorro, tanto en algunas mochilas en que tienes que sacar todo el material para poder sacar la bolsa, como la propia bolsa en sí, que muchas veces no tiene una forma de rellenado fácil debido a su tapón o sistema de cierre. Esto conlleva en que muchas veces no queremos rellenar el agua por no realizar esta operación. Además, algunas bolsas de hidratación dejan "sabores" al agua y su limpieza se dificulta, por lo que este problema se acrecienta con el uso. También son más difíciles de vaciar, en aquellos momentos en que sabemos que el destino está cerca y queremos quitarnos peso de encima. Finalmente, estas son más caras que los bidones (obviamente) y quitan espacio en la mochila para cargar otros elementos como ropa de recambio o comida.

*Bidones: en este caso, resultan más prácticos para llenar y vaciar. Además, las mochilas suelen llevar actualmente acoples para al menos dos bidones, por lo que podemos combinar diferentes bebidas en ellos. El bidón permite beber a sorbos o bien abrir su tapón y beber como un vaso, así que podemos solucionar dos problemas de un tiro ;-). Se puede controlar más fácil cuanto bebes y se facilita las mezclas de productos o bebidas, siendo está una gran ventaja. Además, si un bidón coge sabor o se rompe, son bastante baratos o casi nos pueden salir gratis en muchas carreras que los dan como regalo.



Por contra, con el sistema de bidones se suele adolecer de una menor capacidad de hidratación, ya que usualmente los bidones son de 600ml/800ml por lo que la suma de dos nos aporta unos 1200ml/1600ml en comparación a los 2000/3000ml de la bolsa de hidratación. El beber es más difícil ya que requiere de la participación de las manos para sacar, obtener líquido (y en ocasiones levantar la cabeza) y volver a dejar nuestro bidón. También la posición donde están almacenados influye. Si están detrás creo personalmente que son más fáciles de poner y quitar, pero aportan mayor peso a la espalda y la mochila da la sensación que se va desajustando los tirantes por el peso. En la zona delantera, se reparte más el peso, pero si el sistema no fija bien los bidones o no se acoplan bien a tu zona pectoral pueden llegar a molestar además de dar una sensación de "peligro" por si mueves la cabeza y clavas un bidón en el ojo ;-)...cosa que no sucede, pero se tiene esa sensación...



Particularmente, la opción bidones me agrada más. Si es una carrera corta o en la mochila llevamos poco peso, prefiero los bidones en la parte trasera, pero si se realiza una carrera larga con bastante peso en mochila opto por utilizar bidones en la parte delantera para equilibrar el balance de pesos.

De todas formas, esta es una opción muy personal. ¿Qué opináis?.

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